Entre ayer y hoy, hemos soportado el viento (aire en movimiento), ese que, a muchos nos da un dolor de cabeza físico, apto para los fabricantes farmacéuticos. A ciertos árboles como el limonero, lo agita.
A otros mas altos, acostumbrados por su flexibilidad, parece que se mecen.
Y los que están resguardados simplemente esperan el paso del vendaval. Como es el caso de la Solandra Máxima.
Cada cual puede hacer lo que considere oportuno y cambiar de opinión en cualquier momento. Es nuestra elección. Ya sabéis, elegir adecuadamente, adaptándose al momento, eso sí, manteniendo la ética.
Estamos en un sábado, realmente atípico, el primero, rodeado de muchos días festivos, por delante y por detrás.
A partir de ahora a desenredar la maraña, no cumplir los propósitos de cosas que hacer en este nuevo año o cumplir lo deseado. Si no se ha propuesto metas que se sabe difícil cumplir, lo mejor es dejarlas y pensar que fueron producto de alguna euforia pasajera.
Bastará con ser un poco mejor, y tener las ilusiones intactas. Y........ SEGUIR VIVIENDO, que no es poco.